Para Leonardo da Vinci, la ciencia y el arte tenían una misma esencia. Sus dotes artísticas y como arquitecto fueron reconocidas desde sus inicios, pasando a la historia de la humanidad como una de las grandes figuras del Renacentismo. Así mismo su trabajo en la rama hidráulica y su visión futurística en ingeniería con diseños de máquinas voladoras (helicópteros), tanques y submarinos fueron pioneros de posteriores descubrimientos que cambiaron el mundo. Sin embargo, el hecho de que la comunidad científica de la época solo lo veía como un artista, no le permitió publicar sus innovadores estudios neuroanatómicos y de neurofisiología sensorial. La mayor parte de su obra se descifró cuando ya se había avanzado mucho en estos campos, de allí que su relevancia en la historia de la medicina estuvo limitada.
¿Sabías que sus obras maestras estuvieron incompletas durante mucho tiempo?
Demoró 3 años para finalizar La Última Cena y trabajó de forma intermitente durante 16 años en la Mona Lisa, la cual refieren estuvo retocando hasta el día de su muerte. Gran parte de su obra no tuvo el mismo desenlace, es el caso de la pintura de San Jerónimo en el desierto, la cual pasó a la historia de forma inconclusa. Se ha tratado de encontrar una explicación sobre los múltiples proyectos a los que dedicó grandes espacios de tiempo en planificarlos y que no finalizó. A raíz de estas interrogantes, surge una nueva rama de la historia del arte con una visión neurológica. Es decir, como las afecciones neurológicas influyeron radicalmente en la obra de los principales exponentes del arte y como esto definió los cambios en las tendencias universales a través de los tiempos.
Cinco siglos después de su desaparición física, el profesor Marco Catani del King's College de Londres investiga las crónicas de la época y postula la probabilidad que padeciera un trastorno con déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Sobre esto añade elementos sugestivos como su carácter volátil, necesidad de estar en movimiento, dificultad para concentrarse, las pocas horas que dedicaba a dormir y su conducta procastinadora, poco perseverante con pérdida constante de interés por su trabajo. Una de las figuras que ayudó a su probable diagnóstico post mortem fue el Papa León X, el cual afirmaba que el pintor italiano era el hombre que nunca termina nada, porque antes de iniciar la obra está pensando en su final.
La mezcla entre su curiosidad insaciable asociado a un pobre poder de ejecución representó un cambio en el curso de su trabajo. Un ejemplo es que se oponía a trabajar la pintura en fresco por la rapidez que requiere esta técnica antes de que se seque el yeso. Esto hacía que otros finalizaran sus proyectos o que no aceptara grandes trabajos, lo cual borró las débiles huellas de su presencia en el Vaticano. A su vez, derivó en la experimentación con nuevas técnicas de barniz y de pigmentos al óleo que daban una base tan espesa que destruyeron algunas de sus obras y pusieron en peligro otras. Freud afirmaba que más allá de una mente visionaria, predominaba un ser reprimido sexualmente con una “esterilidad artística” y falta de disciplina, fruto de ser hijo ilegítimo y de la conducta sobreprotectora de su madre.
A su vez, Catani amplia dicha teoría con un contexto neurobiológico, al explicar las diferencias en la dominancia cerebral que presentaba, puesto que el autor de la Gioconda era zurdo y probablemente disléxico; los cuales son frecuentes en personas con TDAH. Así mismo, enfatiza el papel de la disminución de los niveles de dopamina en este trastorno y como esto afecta la función ejecutiva. Finalmente, reflexiona sobre lo erróneo de pensar que los trastornos del neurodesarrollo como el espectro del autismo y el TDAH es sinónimo de mala conducta y escaso coeficiente intelectual. Afirma que la mayoría de sus pacientes con estos diagnósticos son creativos, brillantes e intuitivos, pero que no logran madurar sus talentos naturales; adquiriendo en la adultez rasgos ansiosos y depresivos en su personalidad. De forma similar y a la vez paradójica, Leonardo se consideraba alguien que había fracasado en la vida. A través de su primer biógrafo se conoce que falleció lamentando “haber ofendido a Dios y a la humanidad al no haber trabajado en su arte como debería haberlo hecho”.
Otra de los grandes enigmas ha sido la forma distintiva y original en que plasmó su creatividad, como si fuera capaz de ver una realidad diferente.
Su estudio oftalmológico tuvo dos conclusiones fundamentales, que los ojos en los rostros de sus pinturas están desalineados y que seguramente utilizó su propio rostro como modelo por las similitudes encontradas. Basado en estos hallazgos, propone que el artista italiano podría haber tenido una leve exotropía (tipo de estrabismo divergente en el que se desvía un globo ocular hacia afuera al fijar una imagen del campo visual). Las personas con esta condición suelen enfocar con un solo ojo para procesar la información visual, lo cual modifica su sentido de profundidad. A su vez, aprenden a extraer información adicional de otros recursos como la percepción de los colores y las sombras para fortalecer la comprensión visuoespacial.
El hecho de poder ver su entorno con una percepción de profundidad alterada y a la vez enriquecida con gammas de sombras y colores que normalmente no se desarrollan con la visión binocular, le permitió cambiar de una realidad tridimensional a la bidimensional de forma voluntaria, es decir, visualizaba la escena que quería pintar en 3D transformándola en 2D, tal y como se vería posteriormente en un lienzo plano.
Estar completamente seguro de su diagnóstico de TDAH o de si presentaba estrabismo es prácticamente imposible. Sin embargo, no hay duda de que su obra inmortal es fruto de sus geniales y creativas habilidades. La forma de representar como comprendía el mundo a través de detalles minuciosos y cambios sutiles entre líneas y sombras nos permite entender el legado del arte renacentista, cuya esencia nos enseña que mirar el mundo de formas diferentes puede darnos perspectivas asombrosas.
¿SABÍAS QUE?
- Era vegetariano.
- Se autodenominaba como un “discípulo de la experiencia” y comenzó a estudiar latín de forma autodidacta a los 40 años.
- Escribía al revés como si por alguna razón desconocida quisiera que fueran leídas a través de un espejo y muchas de sus escritos aún no han podido descifrarse.
- Escribió 200 años antes una idea precursora de la primera ley de Newton (o de la inercia) a la que llamó ímpetu.
- Al mudarse a la ciudad industrial del Renacimiento (Milán) identificó los principales factores de propagación de la peste bubónica que azotaba la región (la falta de saneamiento, de alcantarillas y el hacinamiento poblacional). Con este fin diseñó una propuesta de planificación urbana donde se redistribuían los ciudadanos milaneses en 10 nuevas ciudades, lo cual nunca se llevó a cabo.
- Corrigió a Aristóteles, el cual sugería que los hombres tenían más dientes que las mujeres.
- Fue el primero en describir el corazón como un músculo y en descubrir que tiene cuatro cámaras y no dos como se pensaba.
- Identificó siete de los doce nervios craneales, entre ellos los nervios olfatorios que no habían sido descritos.
- Fue el primero en utilizar un medio sólido para valorar la estructura interna del cuerpo. Inyectó cera caliente en los ventrículos a través de un agujero en la base del cráneo de un buey muerto, una vez se endureció; cortó el tejido cerebral obteniendo un molde exacto de los ventrículos cerebrales.
- La frase sentido común deriva del latín sensus communis, concepto que se basaba en que dentro de los ventrículos cerebrales se reunían todos los sentidos. Leonardo cambió la denominación anatómica de los ventrículos que hasta ese momento existía, como reflejo de la marcada importancia que para él tenía el sentido de la visión, la cual describía como la ventana al alma y la base de toda experiencia. Planteaba que cuando la información visual llegaba al sensus communis era juzgada por un ojo interior.
- Pensaba que todo el conocimiento tenía su origen en las percepciones y que el alma residía en el juicio de la información, el cual estaba sentado junto a los sentidos.
- Escribió sobre la teoría de los tres espíritus (vital, natural y animal). Refería que el espíritu NATURAL entraba por la nariz junto a la respiración y se almacenaba en los pulmones, desde donde llegaba al corazón por tuberías sanguíneas. Era en el ventrículo izquierdo donde se calentaba y transformaba en un espíritu VITAL, el cual era bombeado a todos los órganos hasta llegar al cerebro. En este último se encontraba una red maravillosa (rete mirabile) que lo convertía finalmente en el espíritu ANIMAL y se almacenaba en los ventrículos cerebrales. Para salir del cerebro, estos espíritus animales salían a través de tuberías huecas (nervios) para cumplir funciones esenciales como el movimiento y las sensaciones.
Referencias a consultar:
- Leonardo da Vinci, Neuroscientist. SA Special Editions 26, 1s, 48-55 (March 2017).
- Catani M, Mazzarello P. Leonardo da Vinci: a genius driven to distraction. BRAIN 2019: 142; 1842–1846.
- Palacios SL, Charry SJ, Niño CJ. Leonardo da Vinci y la neurociencia. REPERT MED CIR. 2021; 30(3):284-287. Doi: 10.31260/RepertMedCir.01217372.1132