Sistema de arterias colaterales cerebrales.

Una de las principales complicaciones derivadas de la oclusión sintomática de la arteria carótida interna (ACI) es el ictus recurrente, lo cual se produce por un fallo hemodinámico del sistema de colaterales cerebrales.

El polígono de Willis es el sistema de colateralización cerebral más importante (primario), conectando el territorio carotideo con el vertebrobasilar a través de la arteria comunicante posterior (ACoP), y ambos carotideos mediante la arteria comunicante anterior (ACoA). En condiciones normales, las presiones de ambos sistemas se igualan en las comunicantes que no resultan funcionantes, pero cuando hay estenosis extracraneales, el descenso de presión en uno de los puntos (eje carotideo y basilar) produce un gradiente de presión con apertura de la colateralización.

La insuficiencia del sistema primario es un indicador de compromiso hemodinámico y en respuesta se activan los vasos colaterales secundarios para mantener la perfusión sanguínea en las zonas terminales de los dos territorios arteriales. Dicho sistema se basa en una comunicación entre la arteria oftálmica (AO) y los sifones carotideos a través de las arterias angulares (ramas de la arteria carótida externa) y otra entre las arterias leptomeníngeas y porciones distales de los principales vasos intracraneales [arteria cerebral anterior (ACA), arteria cerebral media (ACM) y arteria cerebral posterior (ACP)].

El número y tamaño de estas anastomosis es mayor en la convexidad de los lóbulos frontales entre la ACA y la ACM. Son menos prominentes en la cara medial de los hemisferios, entre las ACM y ACP; y la ACA y ACP. Entre el territorio superficial y profundo de la ACM no existen colaterales, por lo que es más vulnerable a la isquemia. En condiciones hemodinámicas que requieren de una suplencia circulatoria colateral una arteria hipoplásica puede ser capaz de sostener la comunicación entre los segmentos arteriales que conectan.

Sobre esto, se publicó en la revista Frontiers un estudio realizado en el Hospital Universitario de Zúrich. Los investigadores observaron que es posible conocerse el riesgo de recurrencia isquémica en pacientes con oclusión sintomática de ACI. Para esto evaluaron el flujo colateral a través de la ventana transtemporal del Doppler transcraneal (DTC), basándose en el principio de que el segmento P2 de la ACP es el encargado de abastecer el flujo de las colaterales secundarias (vasos leptomeníngeos). Concluyeron que los casos con altas velocidades de flujo en el segmento P2 de la ACP ipsilateral al evento isquémico presentaron un alto riesgo de recurrencia con una precisión del 89%. A esto sumaron dos predictores clínicos, que fueron el antecedente de AIT y la presencia de una baja puntuación en la escala NIHSS a la admisión.

El sistema de colaterales representa los múltiples anillos de defensa de la circulación cerebral ante la isquemia. Determinar precozmente los casos con compromiso hemodinámico y alto riesgo de recurrencia isquémica es vital para aplicar medidas de prevención secundaria. Con este fin, el uso de la neurosonología no invasiva a través del Ecodoppler de troncos supraaórticos y el DTC constituye un paso de avance en el diagnóstico de estos casos, a la vez que evita la necesidad de realizar imágenes invasivas como la angiografía convencional.

Referencias a consultar:

Jud S, Klövekorn R, van Niftrik CHB, Herzog L, Sebök M, Schweizer J, Luft AR, Fierstra J and Wegener S (2023) High posterior cerebral artery flow predicts ischemia recurrence in patients with internal carotid artery occlusion. Front. Neurol. 14:1193640. doi: 10.3389/fneur.2023.1193640