El índice de pulsatilidad (IP) de Gosling es uno de los principales parámetros que se emplean en la valoración del estado hemodinámico cerebral. Expresa el grado de resistencia periférica, es decir, la diferencia entre las velocidades sistólicas y diastólicas durante el ciclo cardiaco. A partir de su determinación pueden identificarse sonogramas con diferentes patrones de velocidad de flujo que responden a variadas condiciones hemodinámicas.
El patrón normodinámico es el que muestra velocidades de flujo sanguíneo cerebral (FSC) dentro del rango de la normalidad y una baja pulsatilidad (IP: 0-6 a 1,1).
Cuando el IP es menor de 0,6 nos encontramos ante un segundo patrón denominado hiperdinámico, en el cual el FSC está aumentado y existe una baja resistencia. Es típico de la estenosis intracraneal, indicando regiones postestenóticas en vasos que están siendo perfundidos por vías colaterales. También se observa en casos con vasoespasmo y en las malformaciones arterio-venosas cerebrales.
Un tercer patrón sería el hipodinámico, donde el FSC está disminuido y la resistencia vascular elevada, consecuencia de la disminución del calibre de la luz por lipohialinosis o placas de microateroma. Se observa un IP entre 1,2 y 1,6, siendo típico este patrón de la enfermedad de pequeños vasos (lacunar). La mensuración del IP en la ACM es un factor independiente para predecir la existencia de lesiones en sustancia blanca y se correlaciona con su severidad, permitiendo llevar a cabo medidas de prevención primaria en casos todavía leves y asintomáticos; y secundaria en pacientes que han presentado un ictus o ataque transitorio de isquemia (AIT) y que generalmente presentan mayor carga lesional.
A su vez, un patrón hipodinámico con un IP mayor de 1,6 es altamente sugestivo de hipertensión intracraneal (HTE). A medida que la presión intracraneal (PIC) se eleva, disminuye la presión de perfusión cerebral (PPC) y el FSC, lo que a efectos de la ecografía se traduce en un descenso inicial de la velocidad diastólica (registrándose sonogramas restrictivos) y un aumento progresivo del IP. Niveles de pulsatilidad superiores a 3 se asocian con HTE grave y riesgo de asistolia cerebral y muerte encefálica.
La aplicación del uso del Doppler Transcraneal (DTC) como marcador de neurodegeneración en los parkinsonismos ha ido aumentando desde que se asoció el aumento de ecogenicidad en la sustancia negra mesencefálica con la enfermedad de Parkinson idiopática (EPI). Teniendo en cuenta el IP, se ha demostrado que es marcadamente más elevado en las arterias intracraneales de pacientes con parkinsonismo vascular con respecto a lo que presentan una EPI, lo cual ayuda en el diagnóstico diferencial de estas dos entidades.
Determinar el IP a través del DTC es un estudio no invasivo que se puede realizar en la cabecera del paciente, incluso cuando está en condiciones hemodinámicas inestables, lo cual lo convierte en una herramienta extremadamente útil en las salas de cuidados intensivos y de ictus. A su vez representa un arma potente en la consulta de neurología para diferenciar el amplio espectro de parkinsonismos.
Referencias a consultar:
Caba LM, Ferrairó JI, Torres IM, Costa JF, Muñoz RB y Martin AL. El índice de pulsatilidad intracraneal elevado apoya el diagnóstico de parkinsonismo vascular frente a enfermedad de Parkinson idiopática. Neurología. 2020;35(8):563-567. doi: 10.1016/j.nrl.2017.10.008