Las encefalitis autoinmunes representan uno de los principales avances de la neurología moderna. Su descubrimiento ha permitido agrupar enfermedades que inicialmente se describieron como entidades separadas, cuando realmente son diferentes fases de un mismo espectro. Su debut puede ser clásico con un inicio subagudo y un curso fluctuante. En su presentación clínica predominan la cefalea (con signos de alarma) y el temblor, que evoluciona a trastornos conductuales y crisis epilépticas (particularmente del lóbulo temporal). Sin embargo, existe un subgrupo dentro de estas que simula un cuadro demencial, al predominar un deterioro cognitivo que progresa de forma más sutil sin presentar lesiones en la neuroimagen sugestivas de proceso autoinmune ni un líquido cefalorraquídeo (LCR) inflamatorio. Lo más relevante de reconocer este subtipo de pacientes es que su pronóstico es diferente, al ser el daño encefálico potencialmente reversible con inmunoterapia.
Recientemente se publicó en la revista Neurology, sitio oficial de la academia americana de neurología (AAN), un estudio cohorte con el fin de determinar el subtipo de pacientes diagnosticados de demencia neurodegenerativa que presentan anticuerpos neuronales sugestivos de una encefalitis autoinmune. Entre sus principales resultados informan que menos del 1% de los casos estudiados presentaron anticuerpos neuronales. A esto añaden que este número, aunque es clínicamente relevante puede ser mayor si se hubieran incluido más casos con diagnóstico de demencia rápidamente progresiva. Los principales anticuerpos encontrados fueron anti-IgLON5, anti-LGI1, anti-DPPX y anti-NMDAR.
De los casos con anticuerpos positivos, cerca del 50% tuvieron clínica atípica de cuadros neurodegenerativos como fueron un curso subagudo y fluctuante, la presencia de crisis epilépticas o mioclonías y el antecedente de enfermedad autoinmune previa. En cuanto a las fluctuaciones cognitivas observadas, los autores refieren que alternaban en periodos de semanas, lo cual permite distinguirlo clínicamente de las que se presentan en la demencia por cuerpos de Lewy. Ninguno cumplió criterios de demencia rápidamente progresiva, solo un caso evidenció pleocitosis en el LCR y todos tuvieron resonancia magnética nuclear de cráneo normal. De esto se deriva que es fundamental agregar el cribado de anticuerpos neuronales en el protocolo diagnóstico del deterioro cognitivo si existen signos de alarma que sugieran etiología autoinmune. Así mismo, debe realizarse en momentos precoces de la enfermedad, cuando aún no existe una atrofia temporal marcada e irreversible.
Lograr reconocer el fenotipo clínico con banderas rojas de autoinmunidad en pacientes con deterioro cognitivo (pseudodemencial) conllevará a la indicación oportuna de los anticuerpos antineuronales. Esto permite un incremento en los casos diagnosticados precozmente de encefalitis mediada por anticuerpos, los cuales representan candidatos potenciales a terapias inmunes específicas que modifican drásticamente su pronóstico.
Referencias a consultar:
Bastiaansen EM, van Steenhoven W, te Vaarwerk S, van der Flier M, Teunissen C, de Graaff E et al. Antibodies Associated With Autoimmune Encephalitis in Patients With Presumed Neurodegenerative Dementia. Neurol Neuroimmunol Neuroinflamm 2023;10; DOI 10.1212/NXI.0000000000200137