Busca ayuda profesional.

Hoy 10 de octubre representa un día fundamental para los trabajadores de las neurociencias. A escala global se celebra el Día de la Salud Mental con el objetivo de concientizar y movilizar esfuerzos para diagnosticar y abordar los problemas mentales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa uno de los derechos humanos fundamentales al ser esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico. 

Como secuela de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, se han multiplicado desde entonces los síntomas de ansiedad y depresión. Así mismo, se ha potenciado la descompensación masiva de otras enfermedades mentales y el uso de psicofármacos. Es evidente que uno de los aportes fundamentales de este periodo tan lamentable de nuestra historia es la aceptación de que la salud mental es esencial para mantener una salud física. 

Quizás la falta de visibilidad sobre este tema se deba al concepto erróneo de que la salud mental solo es útil cuando presentamos un suceso inesperado que nos afecta la esfera psicológica o una vez que nos diagnostican una enfermedad psiquiátrica. Por lo contrario, se define como un estado de bienestar mental que nos permite afrontar con la fortaleza y los recursos necesarios, el estrés que nos genera enfrentarnos a la vida cotidiana. Es decir, nos permite desarrollar al máximo nuestro potencial y aprovechar nuestras habilidades innatas para aprender nuevas experiencias tanto de los éxitos como de los fracasos. 

Como parte de nuestro algoritmo básico como especie, estamos diseñados para no reconocer nuestras verdaderas capacidades. Lograr este reconocimiento sobre nosotros mismos, nos aporta un estado placentero de resiliencia y seguridad a la hora de tomar decisiones oportunas, establecer relaciones maduras con responsabilidad emocional que nos aporten momentos de calidad y por supuesto, definir los límites en todas las esferas de nuestro mundo interno.

Son múltiples los factores que determinan el estado mental a lo largo de las diferentes etapas de nuestro desarrollo neuro-psico-biológico, siendo particularmente perjudiciales aquellos que ocurren durante la infancia. Es tarea fundamental de los medios de salud pública y de los poderes legislativos socavar la exposición a factores como la violencia, desigualdad, pobreza, abuso de sustancias, deserción y acoso escolar, degradación ambiental, etc. 

Así mismo, existen factores protectores que brindan un camino directo hacia ese estado tan necesario de equilibrio mental. Es en este sentido donde el personal sanitario y todos los que formamos parte de un entorno social determinado podemos actuar tomando estrategias tan simples como eficaces. Entre estas, tenemos la tarea de lograr una cobertura médica homogénea, perfeccionar las líneas de autoayuda digital, conseguir la inclusión masiva de programas de aprendizaje socioemocional en las escuelas, establecer medidas comunitarias para lograr que los cuidadores concienticen la vitalidad de crear un entorno cariñoso sin rigidez extrema ni castigos innecesarios en seres que están forjando su personalidad, fomentar medidas de recuperación y reinserción social de personas con problemas mentales y adicciones, eliminar los tabúes sobre el suicidio y reconocer que es un problema de salud pública que requiere acciones inmediatas.

El estigma es el principal detractor que nos impide hoy lograr una transformación social para proteger nuestra salud mental. Es frecuente que cuando buscamos ayuda psicológica nos enfrentemos a un camino lleno de incomprensión y soledad, donde nos inunda el sentimiento de que somos débiles o incapaces. Sin embargo, buscar asistencia de un profesional requiere fortaleza interna y a la vez representa el paso más importante para evitar consecuencias negativas tanto emocionales como físicas y sociales. Las terapias psicológicas no son solo para tratar enfermedades mentales, pueden darnos nuevas perspectivas y herramientas útiles para enfrentar el futuro.

El efecto mariposa que desencadena el desgaste emocional nunca debe tomarse a la ligera, comienza afectando nuestra mente y continua con el rendimiento laboral, relaciones interpersonales, aislamiento social por sensación de fracaso y así continua con una cascada de influencias negativas, las cuales pueden evitarse con solo dar el primer paso de buscar ayuda profesional desde el momento en que aceptamos que tenemos un problema que resolver. 

¡La Salud mental NO es la ausencia de trastornos mentales, es un DERECHO UNIVERSAL!

España cuenta con un Plan de acción de salud mental (2022-2024), homogéneo en todas las comunidades autónomas. Sus principales iniciativas son:

- Apertura de la LÍNEA A LA VIDA (024) para la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida; a través de la atención psicológica profesional 24/7, gratuita y confidencial. 

- Creación de la especialidad médica de Psiquiatría infantil y del adolescente.

- Atención personalizada al adulto mayor vulnerable, especialmente a los que viven en condiciones de soledad. 

- Creación de mentorías y ciclo psicopedagógicos de orientación y ayuda en las universidades, puesto que se ha determinado que es la población de mayor afectación.